El meu segon concert de NIN va ser sublim i també
salvatge. Ja tothom els volia veure i van haver de fer dos dies seguits a
Razzmatazz. Va ser altre cop bestial! I en vaig fer una extensa crònica per a REUX Magazine:
Como es habitual en Barcelona, a partir de unas horas determinadas el
tránsito se pone feo. Y así es como nos
vimos una vez más atrapados en el atasco de entrada a la ciudad. Por suerte no
perdimos mucho tiempo y a las 20’30h entrábamos en RAZZMATAZZ. Mi sorpresa fue
grande cuando vi que la sala no estaba llena, en ese momento había la mitad del
aforo y, aunque era temprano, pensaba que ya estaría a tope, pues una banda
como NINE INCH NILE es como una
golosina en un patio de escuela. Imagino que el hecho de que tocaban dos días
suponía una afluencia de personal más repartida. Aproveché para infiltrarme en
las primeras filas, pues POPO, el
grupo telonero, ya estaban descargando su original setlist. He de confesar que, aunque había oído hablar de ellos,
nunca antes los había escuchado, ni tenía gran idea de lo que hacían. Y si digo
la verdad, estos cuatro personajes me sorprendieron mucho. Primero porque no
imaginaba un grupo de esas características teloneando a NIN, aunque luego lo comprendí. Y segundo, por su sonido tan
peculiar, su puesta en escena tan original, su look y sus pintas indús, que
nunca me habría imaginado de un grupo de Pennsylvania (Philadelphia), y como
no, por su música. Diría que lo que hacían era una mezcla de punk de la vieja
escuela BIAFRA, mezclado con partes
de trance más envolventes, ritmos tribales y melodías orientales y, si me
apuras, incluso pinceladas de hip-hop. Una buena mezcla que daba un resultado
muy original, personal y, en el fondo, atractivo. El show POPO de fue divertido. El grupo, compuesto por guitarra, bajo,
teclados y una batería que constaba solamente de tres piezas (bombo, caja,
goliat), sabía mezclar muy bien las partes atmosféricas con los temas más cañeros,
pasando de un estado a otro de la manera más natural. Actualmente, a parte de
la gira con NIN por Europa, están
promocionando su nuevo CD “I-tune”. En fin, a mi me gustaron y
parece que también a la gente ahí reunida. Y después de la obligada espera para
el cambio de escenario, momentos en los que se acabó de llenar el aforo, y
puntualmente, la música introductoria de NINE
INCH NILE empezó a sonar. Una larga y crescente “Pilgrimage” que derivó en una fulminante “Mr. Self Destruction” fueron las elegidas para abrir este set, con toda la sala sacando su rabia
al escuchar una versión de lo más punk y gamberro de la noche. Un buen
aperitivo para lo que vendría después. La banda, la misma que en su anterior
visita, JEORDIE WHITE al bajo, AARON NORTH a la guitarra, ALESSANDRO CORTINI a
los teclados y JOSH FREESE a la batería, dirigidos siempre por el genial TRENT
REZNOR, ofrecieron un show impecable. Su sonido perfecto, su interpretación y
la elección de los temas fueron esplendidos. El setlist constó de un repaso de toda su discografía. Empezaron con
temas más antiguos, de los tres primeros discos, y así escuchamos “Last”, ”Terrible Lie”, una versión dura de la
que todos coreamos el estribillo cual himno heavy metal de los de antaño, y ”March of the Pigs” otro tema que
interpretaron muy punk, perteneciente a su tercer trabajo “The
Downward Spiral” (1994). Siguieron con una linda y emocionante
versión de “Something I can never have” de
su primer CD, introducida por el solo de piano y voz de REZNOR y cantada por
toda la sala. Luego una apoteósica “The Line Begins to Blur “
seguida por la que fue el icono sado-maso de los 90, “Closer”, también coreada a lo heavy metal con flashes de luz
cegándonos de satisfacción. Tengo que decir que a estas alturas todos estábamos
en plena sacudida visceral. Los temas se sucedían implacables y nosotros sólo
podíamos seguir vibrando de emoción. Una intro muy industrial dio paso a una
emotiva “Burn”, con esos graves que
te llegan al alma, interpretados de forma maestra por J. WHITE, más conocido
como TWIGGY ex MARYLIN MANSON. Luego una desgarradora “Help Me I Am In Hell”, pura rabia desbordada por un AARON como
loco, yendo de un lado al otro del escenario sin dejar de tocar esos riffs tan
frenéticos, que desembocó en la larga introducción de “Eraser”, tema muy industrial perteneciente a su tercer trabajo,
con estribillo contundente, de los que no puedes dejar de cantar. Repetiría en
cada tema que el público arrancaba en todos los coros, incluso muchos de los
temas fueron cantados enteros por toda la sala al unísono con la banda. TRENT
estaba eufórico, nos daba lo mejor de sí y en algún momento nos hizo saber lo
bien que lo estaba pasando. Supongo que ese fue el motivo por lo que más tarde
nos vimos obsequiados por una primicia del próximo CD de NINE INCH
NILE, “Year Zero”, una versión punk de estructura simple
llamada “Survivalism” que nada tenía
que ver con lo anterior, como idea; aunque siguiendo con su método de usar
sonidos procesados y miles de arreglos tal como es habitual en toda su obra. Ya
contó REZNOR en alguna parte que este nuevo disco estaba absolutamente creado
en “libertad”, no para satisfacer a discográficas ni fans, sino como parte de
lo que él es ahora. Y tal como aseguró es su mejor obra. Tendremos que
escucharla con atención. Y llegó el momento de la pausa. REZNOR, solo con su
teclado, nos deleitó con cuatro temas del maravilloso “The Fragile” (99): “
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