domingo, 9 de junio de 2024

Quadern de Bitàcola nº 179 – KRAFTWERK, Razzmatazz, Barcelona, 31.3.04

Per al dia següent del concert de NOMEANSNO, BRUTAL ROCK m’havia ofert fer la crònica de KRAFTWERK. Vaig dir que si de seguida, perquè malgrat que havia estat molt fan dels grups de krautrock, ells no m’havien interessat tant en aquells moments, no els havia vist mai i em feien curiositat. Aquí la crònica: 

 

La vuelta de KRAFTWERK a los escenarios después de más de un lustro ha causado furor entre los medios de comunicación y sus fans. En Barcelona se agotaron las entradas muchos días antes del concierto, y la expectativa que había para ver al mítico grupo alemán se culminó cuando arrancaron con el show. Eran las 22 en punto. Unas voces robóticas iniciaban el concierto, las luces se apagaron y tras una cortina translúcida se adivinaban las sombras de cuatro “atriles”. La introducción sonaba con una potencia brutal mientras se levantaba el telón y los cuatro músicos entraban en escena, cual clónicos, enfundados en trajes clásicos y con apariencia de robots. Al tiempo, una gran pantalla mostraba las primeras imágenes de “The Man Machine”, la canción que da título al álbum del 78,  y una de las más conocidas del grupo. Tras este “remember”, arrancaron con “Planet of Vision”, un tema que no está en ninguno de sus CD’s oficiales, y que sonó a verdadera actualidad. Personalmente fue el tema que más me gustó, tanto en sonido como en composición. Seguidamente descargaron seis temas de su nuevo álbum, “Etape 1”, “Etape 3”, “Chrono”, “Etape 2”, “Vitamin” y “Tour de France 83”. En este “Tour de France Soundtracks” se han servido de viejos temas, como el single Tour de France, editado en el 83, remezlados con un sonido actual. En la pantalla diferentes imágenes del tour en blanco y negro se mezclan con los colores de la bandera francesa y los textos en galo van saliendo a modo de slogans. Después de este repaso a su nueva creación, un estruendo de motores nos retornaba a tiempos pasados. Era la introducción de “Autobahn”, tema de ritmo lento pero obsesivo que da título al LP del 74, y que la gente celebró mucho. Continuaron con “Model” y “Neonlight” otros dos grandes éxitos de su álbum “Man Machine” (78), y acabaron con la famosa “Radioactivity” de 1975.  En ese momento se cerraron las cortinas bajo los gritos apabullantes del público. Minutos de aplausos, silbidos y demás, dieron paso a una apoteósica versión del “Trans Europe Express”. Los cuatro músicos seguían comportándose como robots y se limitaban a soltar samplers, jugar con los efectos y hacernos algunas melodías con el teclado. Las voces, siempre robotizadas, iban echando palabras o frases cortas a modo de ritmos. El sonido era perfecto, impecable, así como la puesta en escena. Siguieron cuatro temas del “Computer World”, acompañados de nuevas imágenes: “Numbers”, “Computerwelt”, “Homecomputer”, la gente se lo estaba pasado muy bien, pues el C.W. es quizá el disco preferido de todos sus fans, y acabaron con “Pocketcalculator”. Volvieron a pasar telón y el público retomó la palabra. Nadie quería irse, todos esperábamos la salida a escena de los robots, aunque SCHNEIDER nos la estuvo pegando todo el rato, pues su interpretación fue tan fiel, que muchos dudábamos de su humanidad, e incluso en un tema jugó un poco con el público para sacarnos de nuestro desconcierto. Pero la espera valió la pena, y al apagarse las luces de nuevo, pudimos ver las figuras de los robots tras las cortinas. Un griterío inundó la sala y éstas se abrieron para mostrarnos sus cuatro clones robotizados, que, al ser máquinas, no habían experimentado el paso de los años. Los robots, como no, interpretaron “Roboter” (“Man Machine”) mientras gesticulaban sus miembros al son de la música. Cuando los verdaderos KRAFTWERK volvieron a aparecer, lo hicieron en unos trajes de luces neónicas que jugaban con las imágenes de la pantalla. Con este atuendo tan ciber descargaron sus últimos temas de la noche: “Elektro Kardiogramm” y “Aerodynamik”  de su “Tour de France Soundtracks” y la obsesiva “Music Non Stop” del “Electric Café”, muy conocida por todos, pues desde siempre los dj’s se han servido de ella, así como de muchos otros de sus temas, para pinchar en sus sesiones. Y así acabó una noche muy esperada por muchos. Y tras este largo tiempo sin aparecer en los escenarios, KRAFTWERK se vieron aclamados también por las nuevas generaciones, que han sabido de ellos a través de las sesiones de muchísimos dj’s. No sé si alguien salió decepcionado de este concierto, lo que si sé es que casi todos salieron felices de haber revivido o haber experimentado por primera vez con esta legendaria banda precursora del technopop en todo el mundo. Hay que reconocer es que KRAFTWERK es una banda que se mantiene fiel a su doctrina, su estilo naïf de música electrónica ha conectado con todas las generaciones desde hace treinta años, y ha sido un símbolo de modernidad y futurismo dentro de la música Pop. KRAFFTWERK junto al resto de grupos alemanes del llamado Krautrock (TANGERINE DREAM, CAN, KLAUS SCHULZE, NEU, FAUST, ASH RA TEMPLE, POPOL VUH, etc.) crearon las bases de la música electrónica actual yendo muy por delante de su tiempo, y adivinando la música que tenía que venir. Fueron los primeros que utilizaron los nuevos instrumentos (sintetizadores, efectos, etc.) para crear un nuevo estilo de música.




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